martes, 27 de abril de 2010

Abre tus alas

Hoy no es para un amor (bueno si, pero no para un amor erótico),
hoy es para mi nuevo amor, mi nuevo yo, mi pequeño pedazo de corazón.

Querido sobrino, naciste el día que menos creí que llegarías, me sorprendiste desde ese día.
Cuánto te quiero, no podría decirtelo, te quiero tanto como opciones de futuro tienes,
me esfuerzo día a día para poder llegar a ser un ejemplo para tí, que me mires con admiración y con amor...
¿Para qué gastarme el tiempo enseñandote? No es que quiera qe seas como yo, si no que quiero que sepas tanto y más que
yo, que el día de mañana puedas tener todo lo que yo no alcanze, para que seas centrado, e inteligente, demasiado inteligente. Quiero que sepas mucho, para que puedas tener muchas puertas abiertas siempre, y que aprendas también de la vida, no sólo de los libros. Que aprendas del amor, del desamor, del dolor, de la alegría, del fervor, de la pasión, de la fuerza, de todo eso que un libro no ilustra y que un nerd jamás sabrá... Me gustaría que tuvieras la perfecta quimera de la enseñanza cruda de la vida, y la sabiduría que los genios han inmortalizado en libros para nosotros. Quiero que seas grande, y que seas increíble. Que seas un caballero, y que también sepas ser un truán, que sepas que hacer en la vida, que el único recuerdo que te quede de mí, sea la frase: "tú puedes, el imposible no existe".

Con amor, tu tío...

( Es una ironía, el no sabe leer aún, jajjajja )



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