martes, 27 de abril de 2010

A mi destino...

Te espero impaciente, aunque practicamente vivo en tí.
Te desafío siempre, porque nunca sé que me traerás.
Te reto a que algún día me venzas, pero sabes que mi espiritú en inquebrantable.
Me ves caer en tu hermano del medio, y sabes que tu hermano mayor me ha mirado con desdén, pero siempre lo miro a los ojos y le reitero que no pasará otra vez.
Te juro que lucho, que siempre trato de sorprenderte, que nunca sabrás que haré, aunque escribes lo que haré.
No puedo maldecirte, siempre te espero, eres mi mejor tiempo, eres lo que añoro.
Me verás siempre, hasta que el tiempo me diga "ya no más".
Hasta mañana, querido destino, prepara todas tus artimañas, que yo, las pasaré...
es decir, es lo que le pone condimento a mi vida, y te hace feliz, tanto a tí, como a mí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario